¿Has tenido alguna vez la sensación de dedicarte tanto tiempo a tantas cosas que se te queda algo en el camino?

Es importante que sepas que cada día tú eres quien cocinas tu vida. Cada día puedes pensar en cuáles son los ingredientes necesarios para seguir alimentándote como persona, y seguro que lo haces.

Pero el día a día, a veces, te hace olvidarte del objetivo principal para centrarte en lo accesorio. Entonces poco a poco vas añadiendo procesos e ingredientes, y vas convirtiendo la necesidad de alimentarte en el arte de la cocina. Es entonces cuando pasas de un poco de arroz con alguna que otra proteína, a una maravillosa paella.

¡Estupendo!, te dices y te dicen: es nuestra manera de crecer, de evolucionar, de diferenciarnos…. Es ahí cuando tu mente empieza a volar…y dedicas tu tiempo a pensar en hacer la mejor paella, con los mejores ingredientes… lo más y lo mejor.

Ahora bien, ¿es en todos los casos estupendo? Depende de lo que dejes en el camino… Unas pequeñas pistas para que lo valores:

¿Tienes cubierta tu primera necesidad que era estar alimentado? Sólo se puede crecer estando vivo.

¿Dispones de los recursos y tiempo necesarios? Tus recursos y tus tiempos no tienen un efecto multiplicativo a coste cero.

¿Estás pensando en tus intereses? Es muy sencillo, valora si lo de la maravillosa paella es realmente lo que quieres y necesitas, o te estás dejando llevar por alguna moda.

En demasiadas ocasiones nos levantamos demasiado temprano, invertimos demasiado tiempo, gastamos demasiados recursos y pensamos demasiados extras … y se nos olvida lo principal. En demasiadas ocasiones salimos a comprar ingredientes excepcionales para una maravillosa paella…y se nos olvida el arroz. Esa que damos por hecho que está siempre ahí, esa que quizás no sea tan espectacular, esa sencilla y repetitiva arroz…sin la que sin embargo no podrás hacer NUNCA una paella. ¿Te das cuenta de lo irónico de la situación?

En su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, S. R. Covey nos presenta un modelo de gestión del tiempo y objetivos en el que nos habla de la necesidad de tener claro cuáles son las cosas realmente importantes para nosotros. Muchas veces nos fijamos tanto en las pequeñas cosas que queremos añadir a nuestras necesidades emocionales e incluso profesionales, que se nos olvidan las grandes cosas que sostienen y justifican nuestra vida.

Necesitamos tener una enfermedad para dar valor a la salud, perder a alguien querido para entender cuánta necesidad teníamos de estar a su lado; necesitamos quedarnos sin aire para entender lo importante que es poder respirar…

¿Por qué esperar? ¿Por qué no poner en nuestra lista de la compra para la cocina de nuestra vida, en primer lugar, lo primero?

Y ahora que tienes clara la importancia de ocuparnos del ingrediente principal… ¿Cuál es tu arroz? ¿Qué estás haciendo para tenerla?

Te propongo un sencillo ejercicio:

Elige un momento y un lugar donde puedas ser tú, con todas las radios que te rodean apagadas, sin ruidos ni músicas… Dedícate un tiempo a preguntarte qué es lo realmente importante en tu vida. Quizás te parezcan demasiadas preguntas, pero es que lo importante son las respuestas.

Piensa por un momento en cómo sería tu vida sin algo de lo que tienes… ¿Te das cuenta ahora de cuántas cosas importantes estás dando por conseguidas y se te están olvidando? No es algo que te ocurra solamente a ti: es habitual que demos por conseguido indefinidamente aquello que ya tenemos, pero la realidad es que eso que ya tenemos casi siempre tiene piernas, y muchas veces se nos escapa sin darnos cuenta.